El Fondo Monetario respaldó el esquema cambiario y monetario, luego de la intervención del Tesoro sobre el dólar oficial y las elecciones bonaerenses. El presidente Javier Milei ratificó el esquema de bandas.
El Fondo Monetario Internacional apoyó las últimas medidas del Gobierno para contener el tipo de cambio y respaldó la marcha del plan económico general del Poder Ejecutivo. Es el primer pronunciamiento del organismo tras el anuncio de intervención del Ministerio de Economía sobre el mercado cambiario y la derrota electoral bonaerense.
“El personal técnico del FMI colabora estrechamente con las autoridades argentinas en la implementación de su programa para consolidar la estabilidad y mejorar las perspectivas de crecimiento del país”, comentó la portavoz del organismo Julie Kozack.
“Respaldamos su compromiso de garantizar la sostenibilidad del marco cambiario y monetario del programa, así como su constante adhesión al ancla fiscal y a la agenda integral de desregulación”, concluyó. El mensaje fue replicado por el ministro de Economía Luis Caputo, que solo reposteó el párrafo de Kozack traducido al español.
El presidente Javier Milei también citó el mensaje del Fondo y ratificó: “No nos moveremos ni un milímetro del programa económico: equilibrio fiscal; mercado monetario ajustado; y en lo cambiario, se mantienen las bandas cambiarias pactadas con el FMI. Además, seguiremos desregulando”, aseguró el jefe de Estado, en un mensaje muy similar al del organismo. El Gobierno buscó, con un mensaje público del FMI, bajar el mensaje al mercado de que el esquema de flotación entre bandas continuará sin cambios, una duda persistente entre los inversores.
El FMI, de esta forma, rompió el silencio luego de las últimas semanas sin pronunciamientos ante una oleada de novedades que entregó la economía argentina y la marcha del plan económico libertario. La última vez que el Fondo había manifestado su apoyo general al Gobierno fue a fines de julio, en medio de la inestabilidad cambiaria, cuando el directorio aprobó el desembolso por USD 2.000 millones tras la primera revisión técnica.
En estas semanas el equipo económico debió afrontar una volatilidad extrema en el sistema de tasas de interés por el desarme de las Lefi a fines de julio, convalidó fuertes subas en el costo financiero para mantener bajo control la cantidad de pesos en la economía y necesitó reajustar el apretón monetario mediante encajes bancarios para evitar liquidez considerada sobrante.
El Fondo Monetario, en rigor, nunca se manifestó públicamente sobre la cuestión de las Lefi, y el programa firmado e iniciado a mediados de abril no lo estipuló como parte de la hoja de ruta de política económica oficial. No fue visto, por el staff técnico, como un problema que requería una solución del Gobierno en el momento en que se concretó ese desarme.
Esa presión sobre las tasas de interés fue presentado por el Gobierno como un apretón monetario necesario para evitar tensiones en el tipo de cambio y la inflación. Sobre la segunda quincena de agosto, ante demanda dolarizadora creciente, el Tesoro decidió empezar a vender dólares de manera directa en el mercado para incidir en su precio y mantenerlo a raya.
Una semana antes de las elecciones bonaerenses, el Ministerio de Economía reconoció públicamente que comenzaría a operar en la plaza cambiaria. En esas primeras cuatro ruedas de negociación antes del domingo electoral el Tesoro se desprendió de unos 500 millones de dólares, según estimaciones del mercado.
La pregunta que sobrevolaba el mercado, en medio de esa incertidumbre creciente, tenía que ver con qué grado de respaldo tenían estas nuevas medidas que iba a acumulando el equipo económico -Lefis, mega apretón monetario e intervención cambiaria- por parte del FMI, el principal acreedor de la Argentina. El organismo se mantuvo en silencio hasta el posteo de esta tarde de Kozack.
Se esperaba, de todas formas, un pronunciamiento más adelante en la semana: el jueves tendrá lugar la primera conferencia de prensa del FMI luego del receso estival en los Estados Unidos, y la expectativa del mercado estaba puesta en saber si el Fondo Monetario apoyaría la nueva etapa de emergencia del plan económico.
La coordinación del mensaje de Kozack y el presidente Milei hizo entrever que hubo reuniones en las últimas horas para darle forma a una comunicación de apoyo desde Washington. “Están en contacto de manera permanente”, se limitaron a decir desde el Palacio de Hacienda.
La estrategia de ventas de divisas del Tesoro en el mercado de cambios tiene una consecuencia directa en el programa vigente: la caída en la cantidad de dólares acumulados aleja las posibilidades de que el Gobierno pueda alcanzar a fin de año la meta de acopio de divisas netas acordada en abril y recalculada en julio. Sin las últimas intervenciones que restaron dólares, el Poder Ejecutivo necesitaba acumular hasta más de USD 5.000 millones, una cuenta que supera los USD 7.000 millones al sumar los pagos de deuda previstos.
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