Permite hacer publicaciones anónimas de todo tipo de contenido
Voxed es el lugar que eligió Lara, la chica de 15 años que murió este lunes luego de pegarse un tiro frente a sus compañeros del Colegio Nacional de La Plata, para avisar de sus intenciones. Publicó allí que pensaba suicidarse. Pero con una particularidad: este sitio se propone como un espacio donde cualquiera puede decir cualquier cosa, porque se autodefine como anónimo.
La idea es que a diferencia de otras redes sociales como Facebook (que exige usar un nombre que sea reconocible como tal) en Voxed los usuarios pueden publicar lo que sea (un «vox», en la terminología del sitio) sin preocuparse por las consecuencias, porque no habrá vínculo visible entre ese usuario y la persona que lo creó, ni historial.
El concepto no es nuevo; la idea del anonimato es central a la creación de Internet. Pero tampoco es nueva la existencia de este tipo de servicios.
Una de las más populares fue Secret, muy usada en Estados Unidos hasta 2015, cuando cerró después de que se confirmó que los mensajes no eran tan anónimos como se decía: los creadores del servicio tenían acceso a la información personal de los usuarios. Otros sitios son más radicales, y no exigen registro: cada vez que se usa se genera un nuevo «usuario», evitando que las publicaciones sucesivas de una persona puedan vincularse entre sí.
Por estos días está de moda Sarahah, que permite crear un perfil y que otros dejen comentarios anónimos; nació para permitir que los empleados se expresaran sobre su lugar de trabajo sin temor a las represalias, pero hoy está en discusión por su transformación como lugar para el acoso adolescente.
Voxed es anónimo tanto para la publicación de contenido como para los comentarios que se hacen sobre un posteo. En el sitio abundan las publicaciones de todo tipo; la mayoría lúdicas, o que buscan provocar porque sí, aunque también hay racistas o de contenido sexual (sin llegar a la pornografía).
Tras la muerte de Lara, los dueños del sitio publicaron un comunicado en el que dicen que «nadie alentó a la chica a que se suicidara. De hecho, en el momento que ella misma inicio el vox, ningún usuario le creyó, y lejos de alentarla a que lo haga, le aconsejaron que no pierda su tiempo.»
Hacer responsable a Voxed por lo que le sucedió a Lara, porque eligió ese sitio para anunciar su intención, no tiene sentido: también lo han hecho varios chicos a lo largo de los años en sitios como Facebook, en perfiles que tienen su nombre y apellido, y en publicaciones que le llegan a amigos y familiares. Y con final trágico. Si su intención era el anonimato podría haber usado Twitter o Instagram, con una cuenta propia o creando una nueva con otro nombre; Taringa, Reddit o cualquier otro sitio donde poder decir lo que pensaba sin dar su nombre real.
De la misma forma, tampoco es responsabilidad de las redes sociales la circulación de juegos peligrosos como la Ballena Azul, ni los videojuegos que usaba algún adolescente que entró a un colegio a los tiros.
La clave, siempre, es tomar en serio este tipo de manifestaciones, sea quien sea que las diga, y donde sea que las anuncie; y actuar en consecuencia: sobre todo, con el diálogo de padres e hijos.
