El gobernador, Osvaldo Jaldo, recibió en su despacho de Casa de Gobierno a la familia de Ignacio Arroyo, un niño de 12 años que padece distrofia muscular de Duchenne, que consiste en la pérdida de la fuerza muscular generalizada que le impide caminar o moverse.

Junto a la diputada Rossana Chahla, el vicepresidente de la Legislatura, Regino Amado y el empresario Hernán Iramain, el Primer Mandatario escuchó el caso del nene que fue recientemente operado con éxito en Tucumán y ahora se encuentra en rehabilitación. 

«El Gobierno se puso a disposición para que Ignacio pueda caminar lo antes posible», comenzó diciendo Jaldo y añadió: «Ignacio necesitaba ayuda y colaboración porque este proceso es largo».

Al finalizar el encuentro, el Gobernador destacó la participación de Chahla: «los hemos recibido con la doctora  que es quien realmente entiende de medicina y de los problemas que tiene Ignacio». Y, en esa linea, añadió: «No dudamos en ponernos a la par de ellos para dar una ayuda económica, para que esa mamá pueda estar más tranquila y tener un problema menos en qué pensar».

«Con esta colaboración, Ignacio podrá realizar el operativo donde ellos lo decidan ya sea en Tucumán, porque tenemos el equipamiento y tecnología en hospitales público, y también en la salud privada o bien, en Capital Federal», cerró.

Por su parte, Regino Amado destacó el gesto del Gobernador de tomar el caso de la familia. “Hoy salió la posibilidad de que sea atendido en los centros de rehabilitación que se han inaugurado en los hospitales de Concepción y Monteros y en otros puntos de la provincia”, añadió Amado y destacó la asistencia económica a la mamá del menor, Ana Arroyo, para que pueda acompañar el tratamiento de su hijo.

Queremos que Ignacio pueda disfrutar de su vida de la mejor manera y pueda volver a la escuela”, cerró Amado.

Por su parte, la madre de Ignacio aseguró que Duchene es una debilidad muscular de todo el cuerpo. “Lo que mi hijo tenía era retroacción de los músculos. En la rodilla todavía no se le hizo cirugía porque todavía no existe una para corregir eso, pero si de los tendones de Aquiles de ambos miembros inferiores”, explicó.

La operación consistió en estirar los tendones, informó su madre, para que Ignacio pueda volver a pisar y caminar de una manera más correcta de modo que no se siga desviando su cadera. “La cirugía fue todo un éxito y él logro levantarse y caminar”, afirmó Arroyo.

Para concluir, la mujer se mostró muy agradecida con el Gobierno de la Provincia. “Es una gran ayuda la del Gobierno porque esta situación genera muchos gastos. Viajamos a Buenos Aires al neurólogo, vamos y venimos de Capital a Concepción, médicos, kinesiólogo, fonoaudiólogo, psicólogo y otros especialistas”, explicó.

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