Karen Reichardt llega el jueves a mediodía a un bar de Palermo luego de una entrevista en el streaming libertario Carajo. “Salió todo súper”, dice, contenta y con una sonrisa la e modelo de los años noventa y segunda candidata libertaria bonaerense. Sin complejos, cuenta que horas atrás conversó con el Presidente “por un par de temas de la campaña” y que Javier Milei le dio “una explicación de profesor”, en relación con sus dudas.
En la entrevista con LA NACION, Reichardt se muestra como una incondicional libertaria, toma como propio el discurso antikirchnerista y manda “a Cuba” a los miembros de Fuerza Patria. También intenta minimizar -a medias- sus frases contra “negros” y “villeros” en las redes sociales, aunque reivindica todos sus polémicos planteos sobre el kirchnerismo. Se exhibe entusiasmada con su futuro rol de diputada y dice que el candidato rival Jorge Taiana le quiso “bajar el precio” con su invitación a un debate.
–Problemas con un candidato y con la justicia electoral. ¿Imaginaba una campaña tan agitada para su debut?
-No pensaba nada, tres veces me lo propusieron y a la tercera acepté. Tuve una sensación, una mañana cuando me desperté, de que me estaban ofreciendo ser parte de las reformas más importantes que va a tener el país. Dije que sí para formar parte de lo que viene, planteando todas las reformas que quiere el Presidente, con un Congreso con más consenso. Va a ser un Congreso con mucho trabajo.
-¿En qué áreas y proyectos piensa trabajar?
-Primero, las pymes, porque tuve mi pyme, Amores Perros, que le vendía a 28 locales en todo el país. Lo sufrí. Todas las reformas que quiere proponer Milei es lo que se necesita para que una pyme se desarrolle y pueda invertir. Es el 70% del movimiento del país y te ponen trabas. Reforma laboral, tributaria y previsional es lo que se necesita, que tomar un empleado no sea una pesadilla, dar seguridad jurídica para las inversiones. Otra área son los animales, trabajando la ley Conan con el diputado Damián Arabia, tengo muchas ideas, y mi sueño es el hospital veterinario. Una tercera área son los niños, que sea más fácil adoptar, muchos chicos con necesidad de tener un hogar, una familia. Son tres temas en los que no toco de oído, porque los he vivido.
-¿Cuánto de la Karen Reichardt modelo en los años 90 queda hoy?
-Uno es uno, se va conformando, lo que te va pasando, si lo capitalizás, es bueno. Tengo años de terapia, de Cabalá, constelaciones familiares, y estoy muy feliz. No reniego de nada de mi pasado.
-¿Se sintió subestimada por Jorge Taiana? Quería debatir con usted y la llamó por su nombre verdadero…
-Sí, me quiso bajar el precio [se ríe]. Cuando era chica me decían Karen y me decían que Karen con Vázquez no pegaba con nada, por lo que adopté el apellido de mi abuela materna. Fue finalmente un problema, porque nadie lo sabe pronunciar.




