El equipo del Mellizo tiene el mejor arranque de su historia y ya mira con ganas la marca de River.
Boca gana, gusta y golea. Boca arrasa. Boca manda. Boca es el único líder del torneo, el que más goles convirtió (15) y el que menos recibió (apenas uno). Y Boca, este Boca, lleva la firma de Guillermo Barros Schelotto, el técnico, el ídolo, el creador de un equipo que se muestra cada vez más sólido y con la solvencia como para conseguir títulos y romper récords de todos los colores.
Apenas terminó el partido ante Patronato, el último domingo, las redes sociales estallaron: con el 2-0, Boca ganó los primeros seis encuentros de un campeonato por primera vez en su historia. Olimpo, Lanús, Godoy Cruz, Vélez, Chacarita y los entrerrianos fueron sus víctimas. El anterior dueño del mejor arranque en un torneo había sido aquel equipo que dirigió Alfio Basile en el Apertura 2006, que en las primera seis fechas venció a Banfield, Rosario Central, Independiente, San Lorenzo, Estudiantes y Gimnasia La Plata.
Pero más allá de rivales o circunstancias, el denominador común de uno y otro equipo es el Mellizo. Sí, Guillermo, quien todavía usaba los pantalones cortos cuando el que estaba en el banco era el Coco. Y que hoy disfruta del otro lado de la raya de cal el demoledor andar de sus dirigidos.
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Pero hay otro dato jugoso. O mejor dicho, con el que los hinchas de Boca ya empezaron a ilusionarse. Se trata del récord absoluto de victorias en el inicio de un torneo argentino, que hoy ostenta nada más y nada menos que River, con nueve triunfos en cadena, en el Apertura 1991, con Daniel Passarella como entrenador y Ramón Díaz como goleador. ¿Cuándo podría el Xeneize igualar a su histórico rival? Obviamente, en la 9ª fecha de la Superliga, cuando reciba a Racing. Pero antes, en la 8ª, para lograrlo, debería ganar en su visita a… ¡River!
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Ojo, Guillermo no quiere distracciones y sabe que ya habrá tiempo para pensar en el superclásico. Antes, de hecho, por la 7ª fecha, el puntero tendrá que jugar ante Belgrano. Y aunque no aparenta ser un partido de los más complicados ya que los cordobeses vienen de capa caída y acaban de quedarse sin técnico tras la renuncia de Sebastián Méndez, el objetivo es seguir con la misma concentración y efectividad que demostraron hasta el momento.
El desafío es muy tentador. Y más al recordar que con Guillermo en el banco todo es posible. Un dato: la última visita de Boca al Monumental terminó con triunfo. Fue 4-2, la tarde en que Carlos Tevez convirtió dos goles.
Con récord o no, Boca es el que manda. El que tiene al goleador del torneo (Darío Benedetto, con seis gritos). Y a un talismán en el banco llamado Guillermo Barros Schelotto, que puso a su equipo en lo más alto de la tabla el 11 de diciembre del 2016 y con este arranque demoledor lo mantendrá, al menos, hasta el 5 de noviembre.
