Atlético fue superior y logró vencer 2 a 0 a Colón, en su despedida como local en la Superliga.

TUCUMAN.- Si uno miraba la formación con los nombres que eligió Ricardo Zielinzky iba a entusiasmarse, teniendo en cuenta que entre los 11 figuraban David Barbona, Favio Álvarez, Luis Rodríguez y Guillermo Acosta, nombres determinantes en el esquema de juego del Decano. En frente llegaba el Sabalero, equipo que venia sin conocer la derrota en el certámen, con nombres como Leguizamon,  Fritzler, Ledesma entre otros. Un primer tiempo marcado por un ida y vuelta que atrapaba a todo espectador hasta que la balanza se hizo hacia un lado a los 23′ PT con una asistencia milimétrica de Favio Álvarez, que le permite al eterno goleador Luis Rodríguez dejar por el piso a Toledo y definir muy cómodo frente al gigante Domínguez. Dos minutos despues Chancalay es expulsado luego de una dura infracción a Guillermo Acosta. Esto dos hechos fueron determinantes para que Atlético fuera poseedor y dominador del encuentro.
Ya en la segunda mitad hubo buenas jugadas colectivas entre Barbona, Nuñez, Álvarez y Rodríguez que insinuaban una confirmación de lo que venían haciendo y que iba a llegar en la adición del complemento cuando un desborde permite al «Bebe» Acosta (figura del encuentro) rematar de primera dejando en ridículo a la defensa y al golero.
Sin embargo todo no iba a terminar ahí, entre cánticos, fuegos artificiales y euforia el marcador podría haberse puesto en tres pero Ismael Blanco pierde un gol increíble en un mano a mano con Domínguez. Lo cierto es que a pesar de la contundente victoria y el mal arbitraje de Andrés Merlos (estuvo muy permisivo), se escucharon los gritos «esta hinchada se merece ser campeón», en referencia a la final de Copa Argentina vs River Plate el próximo fin de semana. A pura algarabía y fiesta, el decano cerró un año soñado.

Por Álvaro Tardío

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