Aldo Parfeniuk y el Bosque de Poesía en Las Talitas: «el poeta es el ecólogo del lenguaje» – Diario Cuarto Poder






Letras de Fuego / Entrevista / Por Manuel Ernesto Rivas*. Mantuvimos un diálogo apasionante con uno de los referentes de la iniciativa internacional “Bosques de poesía”, Aldo Parfeniuk, quien se refirió a la inauguración de uno nuevo en Las Talitas.

Manuel Ernesto Rivas (MER): —¿Qué son los Bosques de Poesía y con qué finalidad surgieron?
Aldo Parfeniuk (AP): —Los Bosques de la Poesía son espacios comunitarios y abiertos para la regeneración y defensa de dos especies en riesgo: la naturaleza –en tanto vegetación- y la palabra –en tanto poesía- De ahí el aforismo que a modo de consigna plasmó el Teuco Castilla, que es uno de los creadores del movimiento: “Para que los Bosques de la Poesía nos devuelvan la poesía de los bosques”.  En la práctica y siguiendo ese sencillo y claro objetivo, se traduce en la invitación a que cada pequeña o gran comunidad de cualquier rincón del planeta, genere, con los recursos que tenga a mano y sin restricciones ideológicas, religiosas, etcétera, lugares públicos que den vida a plantas y memorias poéticas del lugar y del mundo.
MER: —¿Por qué se elige la poesía y no otro género?
AP: —De acuerdo a lo que diariamente vemos, tanto en la realidad que nos rodea como en la que nos muestran los medios y las noticias, si hay uno de los bienes de los que el hombre siempre se sintió orgulloso, ese es el lenguaje, la palabra. Y si hay una forma que por excelencia contiene lo mejor de la palabra, tal forma es la poesía: fuente de nuestros idiomas nacionales, de nuestras identidades culturales. El Italiano es la lengua del Dante, el inglés la de Shakespeare, el castellano/argentino la de Hernández, o Borges.
Por otra parte, el poeta es el ecólogo del lenguaje: es el ser humano más sensible para establecer y seleccionar qué vocablo, qué expresión verbal se ajusta a la esencia o matiz de cada cosa, ser , sentimiento, etcétera.
Y por eso mismo es el más capacitado para determinar cuáles son las palabras y expresiones transformadas -por el mal uso, el abuso, o la mentira- en sobrantes, en basura verbal que contamina. O cuales son las “palabras plaga”: como esos americanismos desculturizados o los latiguillos que no dicen nada, en contraste con los regionalismos –y es solo un ejemplo- que dicen lo justo sobre alguna característica o detalle único y propio de cada lugar.
MER: —¿Ha crecido la conciencia ambiental en estos años?
AP: —Ha crecido, pero  a la saga del porcentaje de devastación que se viene dando cada vez más intensamente. Nuestro país es un ejemplo dramático. Yo vivo en Córdoba, provincia que hace veinte años tenía más de un veinte por ciento de bosque nativo y hoy solo cuenta con un cinco por ciento. Las Leyes de bosques que dicen tener las provincias, por una u otra razón no se aplican y la realidad siempre nos canta mayor destrucción de recursos naturales.
Como en tantas otras cosas, los gobiernos por un lado dicen y muestran leyes y organismos de defensa del ambiente, y por el otro permiten sembrar monocultivos dañinos y habilitar desarrollos inmobiliarios o industriales que generan grandes desequilibrios y grandes ganancias para unos pocos, por supuesto.
Desde nuestros Bosques de la Poesía luchamos para generar espacios en  cada pueblo o ciudad (como ahora está sucediendo en Las Talitas) a los cuales, por ejemplo, los cursos escolares puedan realizar visitas y los maestros enseñarles los nombres y las funciones de cada planta o yuyo del lugar, lo  mismo que acercarlos a la literatura, contándoles quienes fueron y quienes son los poetas de su pueblo, región, provincia, país: es decir generar espacios abiertos de celebración y acercamiento, de educación sobre la naturaleza y el arte: dos de los bienes que más dignifican lo humano.
Ojalá que otros vecindarios sigan el ejemplo de Las Talitas, y que este lugar que se está habilitando tenga vida permanente y que el sistema educativo lo incorpore a sus materias sobre ambiente y literatura.
MER: —¿Cuántos Bosques de Poesía hay en el mundo?
AP: —Desde que comenzamos, en aquel Villa Carlos Paz  del 2020, como para hacer algo (además de escribir poesía) frente a los incendios que asolaban Córdoba, se han habilitado varias decenas de Bosques. La mayoría en nuestro país, especialmente Córdoba y Salta son las provincias con mayor cantidad.
Después viene Latinoamérica (Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia) También Estados Unidos y, en Europa, especialmente el sur de esta España que en este momento pasa por una situación extrema debido al calentamiento ambiental. Y es allí -más precisamente en el Otoño Cultural Iberoamericano de Huelva- donde el 14 de octubre próximo los Bosques de la Poesía serán reconocidos con el Premio Internacional a la Cooperación Iberoamericana.
MER: —¿Cómo recibe la creación de un nuevo Bosque de Poesía en la ciudad de Las Talitas?
AP: —Teuco Castilla, Pedro Solans, María y Federico Casiraghi más el resto de personas que desde 2020 trabajamos promoviendo la fundación de los Bosques, al igual que  medidas para que las autoridades protejan la naturaleza, cada vez que un municipio o comuna de nuestro país, de países hermanos de Latinoamérica o del mundo, anuncian un nuevo Bosque, sentimos un generoso envión –por así decirlo- para continuar, juntos, una marcha que consideramos cada vez más necesaria.
Y no nos extraña que esto se dé en Las Talitas, espacio privilegiado de naturaleza y poesía, ubicada en el corazón de una provincia que, por ser Jardín y ser Selva y tierra de cultivos, sobradamente conoce la importancia de la naturaleza, y por las voces que ha dado y nos sigue dando, sabe de la importancia que para la vida tiene la palabra poética.
De cualquier manera cabe aclarar que los verdaderos y meritorios fundadores de este Bosque, son ustedes, los vecinos, artistas, ecologistas y autoridades de Las Talitas: y por supuesto Norberto Bordón, poeta “Talitense”, depositario de este honroso espacio de naturaleza y poesía que los vecinos. y sus representantes en el gobierno, generosamente lograron que se haga realidad y ejemplo para otras comunidades.
MER: —¿Por qué se impone la idea de plantar árboles autóctonos?
AP: —Así como recién decía que un regionalismo dice mejor que ninguna otra expresión algo propio de cada lugar, cada planta autóctona expresa más acabadamente que ninguna otra las características propias, a veces únicas de cada zona o territorio. Nació donde está porque la tierra la necesita ahí. Le da lo necesario para sobrevivir y reproducirse, soportando condiciones climáticas, ambientales y conviviendo con insectos y otros yuyos o plantas que mutuamente interactúan y se protegen.
Y cuando el hombre se acerca, porque necesita ocupar el territorio para sobrevivir, debe respetar ese derecho a la vida, ese orden de la naturaleza. Y no arrasar con todo para sembrar soja –es un ejemplo- porque le da dinero.
Además –y esto es muy importante- por lo recién dicho, es que debemos resembrar y replantar especies propias del lugar porque son las más dotadas para sobrevivir, y son las más resistentes a las agresiones (inundaciones, incendios, etcétera).
MER: —¿Qué es lo más loco que le pasó como poeta?
AP: —Quizás estas dos cosas. Una: haber imaginado que con la poesía podía enseñar antropología cultural en una universidad. Y haberlo logrado: en la Universidad de Córdoba y durante más de veinte años, especialmente en base a la obra poética de Manuel J. Castilla (sobre quien escribí bastante) y dentro de la cual no solamente hay una antropología sino una filosofía, una ecología y, ciertamente, una acabada estética.
Entre otras cosas, pude corroborar que la poesía es la forma “literaria” -por decirlo con reservas- que permite hablar de todo y de todas las maneras. Creo que sin haber experimentado en mí mismo la poesía, no podría haberlo conseguido.
La segunda respuesta:  he mirado y sentido crecer, dentro mío, un poema como un árbol.  He visto nacerle las hojas y las flores, y los frutos; abriéndose a los cuatro vientos, y  al sol, y al cielo.  Y llegarle unos pájaros, que entre canto y canto, construían sus nidos:  en los que siempre se escuchará latir, salvaje y puro, el corazón del bosque.
Y me sentí poeta…; aunque en realidad, no sea más que lo que soy: un simple y obstinado aprendiz…
MER: —¿Siente que las nuevas generaciones tienen más compromiso ambiental?
AP: —Mirando desde la altura de mis años, que ya son unos cuántos, veo a la gente joven y a los niños más informados, pero diría que teóricamente. Desde la generación de los centenials para acá (incluyendo a la generación videoelectrónica y a la más reciente celular-conectiva) es decir, desde hace unos treinta años a esta parte, prácticamente ya nadie crece en contacto directo con la naturaleza, salvo que esté obligado a criarse en lugares apartados, de los que la mayoría de la gente trata de escapar.
Hay muy poco contacto con la naturaleza cruda, digamos: con sus nombres, lenguajes, beneficios o leyes; salvo lo mediado por la cultura y la civilización, es decir la visita a algún lugar agreste –o Reserva Natural- en viajes de estudios o en vacaciones, etcétera.  Hasta las canciones que escuchan los chicos ya no hablan de la naturaleza.
Por el contrario, en nuestra época y durante décadas hemos crecido escuchando las canciones de  nuestro primeros maestros de ecología: Atahualpa Yupanqui, Jaime Dávalos, Manuel Castilla, los Hermanos Nuñez. Yo por ejemplo conocí la pampa leyendo el Martín Fierro; y la cordillera leyendo a Enrique Ramponi; y así con muchos otros lugares y otros paisajes del país y del mundo. Y es algo que ya no sucede.
En todo caso, sí tengo confianza en la voluntad de que cada vez más poetas sienten la necesidad de escribir sobre la naturaleza, el cosmos, el paisaje, etcétera. En tal sentido los Bosques de la Poesía, lo mismo que los Encuentros de poetas, sobre todo los que se realizan en el interior del país, son escenarios que favorecen la relación entre naturaleza, medio ambiente y el arte de la palabra poética: tan necesario para limpiar este aire asfixiante de palabras y discursos tóxicos con los –y aunque no se crea-  desde el mismo poder nos están envenenando.

*Fundador Diario Cuarto Poder y Letras de Fuego Ediciones. Profesor en Letras e Historia. Periodista y escritor.

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